La Portulaca oleracea, más conocida como verdulaga, es una planta suculenta anual originaria de Asia y Oriente Medio perteneciente a la familia de las Portulacaceae.
La verdulaga crece de manera rastrera gracias a unos largos tallos carnosos y de color rojizo que se distribuyen de forma radial a partir del tallo principal, buscando el sol y terreno en el que enraizar. De estos tallos brotan las hojas, de forma ovalada y carnosas que son muy valoradas por sus nutrientes y propiedades medicinales.
La verdulaga florece entre mayo y el final del verano, dando unas pequeñas flores amarillas que se abren durante las primeras horas de sol intenso del día.
La verdolaga se puede cultivar a partir de semillas aunque muchas veces aparece de forma espontánea en nuestras macetas y jardines por ser una planta muy vivaz que crece en bordes de zonas de cultivo, lindes de caminos o incluso en zonas urbanas. De hecho, la portulaca oleracea está considerada una planta invasiva en algunas regiones.
Por otro lado, desde muy antiguo se ha considerado a la verdolaga como una planta comestible y se ha cultivado como verdura a lo largo de todo el mundo. La verdolaga, considerada como un superalimento, es rica en vitaminas, minerales y aminoácidos y omega 3. También se ha tratado a la verdolaga en la antigüedad como planta medicinal.
En cultivo de verdolaga en maceta es muy sencillo ya que es una planta con pocas exigencias en cuanto a la tipología del suelo siempre y cuando tenga un drenaje que no deje encharcadas las raíces y las temperatura no sean excesivamente bajas.
Los tallos de la verdolaga son finos y flexibles y también son comestibles.
Las pequeñas flores amarillas de la verdolaga.