Mammillaria elongata

Este cactus está formado por muchos pequeños tallos que crecen en un conjunto uniforme. Procede de los estados mejicanos de Chihuahua y Sonora. La Mammillaria elongata produce muchas pequeñas flores laterales, de entre 1 y 2 cm de diámetro, que comienzan a aparecer a partir del mes de marzo. Es un cactus con el que hay que tener bastantes cuidados ya que sus pequeños tallos son muy sensibles a las bajas temperaturas y excesos de humedad, lo que los pudre rápidamente. También es muy sensible a las plagas de araña roja.

Este ejemplar de mammillaria elongata ya está dando sus flores de color blanco-amarillento.

Como vemos, las pequeñas flores crecen en forma de corona en la parte superior de los tallos.

Cephalocereus senilis, cabeza de viejo

A este cactus también se le llama "el cactus del hombre viejo" por esa especie de pelusa blanca que cubre todo el tronco. Procede de México aunque se lo puede encontrar sin problema en cualquier jardinería  especializada en cactus del mundo. Es de crecimiento muy lento y pude llegar a medir más de 10 metros en su hábitat natural. Más o menos cuando tienen 2 ó 3 metros dan sus flores, que pueden ser de color rojizo, amarillado o blanquezino. Se ha de proteger del frio.
Como podemos ver en la foto es de crecimiento columnar, y aunque no suelen salirle ramas laterales, enseguida le pueden salir hijuelos.

Cuando los hijuelos del cephalocereus crecen es hora de transplantarlos o de cambiar el cacto a una maceta más grande.

Carpobrotus edulis, higo de los hotentotes

El Carpobrotus edulis procede de la zona de Sudáfrica y se la conoce como higo de los hotentotes porque da un fruto parecido a un higo que es comestible. Es una planta que está muy bien adaptada a las costas y playas ya que tolera muy bien la salinidad. Tiene unas hojas finas y alargadas que hace que el carpobrotus edulis también sea conocido como uña de gato. Los tallos pueden llegar a medir más de un metro y crecen a ras de suelo, pudiendo cubrir grandes superficies. Es por esto que esta planta suculenta se ha utilizado frecuentemente para cubrir parterres y fijar bancales de tierra. El higo de los hotentotes da unas flores grandes que pueden ser de color violeta o amarillo.

Flor de carpobrotus edulis de color violeta:

Flor de carpobrotus de color amarillo:

Para reproducir nuestro carpobrotus edulis lo más sencillo es aprovechar sus largos tallos para realizar un acodo.

Escogemos un tallo largo y fuerte de la maceta donde tengamos el carpobrotus y le quitamos las hojas de la parte del tallo que vaya a ir enterrado, dejando otra parte fuera de la tierra.

No cortaremos el tallo que une a nuestra planta de la planta madre hasta que veamos que ha crecido varios centímetros.

En unos pocos meses habrá crecido y desarrollado su propio sistema de raíces.

Cereus peruvianus, cactus candelabro

A este cactus también se le conoce como cactus del ordenador porque se suele decir que si se pone esta planta delante de la pantalla del ordenador, absorve las radiaciones dañinas para la vista (es falso). Procede de Brasil, si bien es uno de los cactus más extendidos y populares del mundo, en parte por la propiedad de que hablábamos anteriormente. El Cereus peruvianus es un cactus columnar de gran porte que en estado salvaje puede llegar a los 10 metros. En maceta, si lo transplantamos cada año podrá alcanzar fácilmente varios metros de altura. En verano se ha de regar generosamente y abonarlo con un abono rico en potasio. La floración, normalmente blanca o amarillenta, es nocturna.

Suele tardar unos 6 ó 7 años en salirle las ramas al cereus peruvianus, pero cuando aparecen, crecen con rapidez.

Separar las ramas del cereus peruvianus es el método más común de propagación de éste cactus.

A veces estas ramas laterales llegan a pesar tanto que hacen necesario ponerle un tutor al cactus para que crezca recto.

Ferocactus latispinus, lengua del diablo

Cacto de origen mexicano. Puede llegar a un diámetro de unos 30 cm. Tiene unas espinas que crecen en areolas que agrupan unas 6 ó 7 de las que normalmente sobresale una más grande. Suelen ser de color rojo y muy duras, con una forma de gancho que le dan el sobrenombre al cactus de lengua del diablo. No conviene que le dé el pleno sol en los meses de verano. Como se ve en la foto da flores de color violeta.

Detalle de la flor del Ferocactus Latispinus:

El Ferocactus latispinus es muy susceptible al exceso de humedad. Cuando el cactus cambia de color y comienza a tomar tonos más pálidos es conveniente dejar de regarlo durante una temporada.  Si notamos que las espinas se mueven fácilmente al tocarlas es señal de que el esceso de humedad a comenzado a afectar seriamente al cactus.

Para entonces seguramente ya sea demasiado tarde y el cactus esté podrido por dentro:

Echinopsis pachanoi, San Pedro

Este cactus se llama San Pedro por lo alto que puede llegar, unos 3 ó 4 metros. Y es de los que más rápido crece. Es original de Perú y Ecuador. Produce unas flores blancas muy grandes en su parte superior. Y lo más importante: produce mescalina. La mescalina es una sustancia alucinógena con la que los indígenas de las zonas del San Pedro desde tiempos ancestrales hacen viajes psicotrópicos.

Aquí podemos ver la gran flor en forma de trompeta del echinopsis pachanoi.

Normalmente al San Pedro le sale una flor en la parte superior de cada costilla. La flor puede medir entre 20 y 30 centímetros de diámetro y duran unos dos o tres días.

En esta imagen podemos ver mejor los largos estambres de la flor del echinopsis pachanoi :

Detalle del interior de una flor de echinopsis pachanoi, un cacto considerado por algunas culturas como una planta sagrada..

Las flores también pueden brotar de la parte baja de los troncos.

Como con la mayoría de los cactus, el mejor método para reproducir nuestro echinopsis pachanoi es mediante el método del esqueje. Cortamos una costilla de un tallo de San Pedro, la dividimos en trozos de unos 7 u 8 centímetros y los dejamos sobre un terreno poroso y arcilloso. Es importante que esté seco para que no se pudra el esqueje. En pocas semanas habrán salido raices.

También podemos separar algún hijuelo de los que les pueden salir en la base de algún tallo.

Una vez que lo hemos cortado dejamos secar la superficie de corte antes de plantarlo en el suelo u otra maceta.

De momento el hijuelo que se quedó en la planta madre claramente ha crecido más que el que cortamos y pusimos aparte.

Y en un año este es el aspecto que tiene nuestro esqueje:

Pachypodium lamerei, Palmera de Madagascar

Este cactus es llamado palmera de Madagascar porque en estado natural crece mucho y parece una palmera. Y de Madagascar porque proviene de Madagascar, lógicamente. Pero se le caerán todas las hojas si lo riegas mucho, o poco o simplemente porque le caes mal a la planta. Y tendrá aspecto de un cacto normal porque aunque tenga hojas, el pachypodium lamerei también tiene espinas. Te recomiendo que lo riegues poco en invierno. O mejor en invierno no lo riegues nada. En verano riégalo cada semana y ponlo a pleno sol.

 

En esta foto se ven los efectos sobre un Pachypodium lamerei de varios dias de invierno con noches con temperaturas bajo cero. Las hojas se caen. 

Si estirando suavemente de las espinas puedes arrancarlas con facilidad seguramente la planta esté ya podrida por dentro y deberías tirarlo. Si por el contrario el tronco esta duro, cuando llegue el buen tiempo y el cacto entre en el período vegetativo volverán a crecerle las hojas.

También puede pasar que sólo se haya podrido un trozo, en ese caso corta el trozo podrido y deja secar la zona de corte. En unas semanas volverán a salirle las hojas al Pachypodium.

Con estos nuevos tallos podríamos hacer esquejes para reproducir nuestra palmera de Madagascar.

Como vemos en esta foto los nuevos tallos ya son más largos que el tallo principal:

Bueno, definitivamente esta palmera de Madagascar no tiene muy buena suerte. Estos son los efectos de una granizada sobre la planta :

Muchas hojas se han visto dañadas por el impacto del granizo pero la planta en su conjunto no corre peligro.

Al poco de caerse las hojas dañadas brotan las hojas nuevas:

También hay que recordar trasplantar nuestro pachypodium cada dos o tres años para que continúe con un buen ritmo de crecimiento.

Como a veces para trasplantar un cactus hay que sacarse el carnet de fakir y da mucha pereza, yo llevaba un par de años de retraso en el trasplante y mi palmera ya casi no crecía y producía hojas nuevas muy lentamente.

Tras trasplantarla a una nueva maceta y recortarle las raíces más viejas, en menos de un mes comenzó a crecer nuevamente y a dar hojas nuevas a buen ritmo.