El perejil es originario de Europa
Central y Meridional, aunque en la actualidad se cultiva en casi todo
el mundo. Es una planta bienal perteneciente a la familia de las
umbelíferas (como el apio, el hinojo, el cardo etc...). Cultivada
con suficiente tierra puede llegar a medir más de medio metro. Da
unas flores amarillentas en forma de umbelas múltiples. Todas sus
variedades pueden agruparse en dos grandes grupos : los perejiles de
hoja plana y los de hoja rizada, siendo los de hoja plana los más
utilizados en la cocina debido a su sabor más intenso. Sus
aplicaciones son múltiples tanto como planta aromática como
medicinal.
En la cocina se utiliza mucho para
aderezar salsas por su propiedad de combinar muy bien con otras
plantas aromáticas, como podemos comprobar por ejemplo en las salsas
a las finas hierbas.
También como planta medicinal tiene el
perejil aplicaciones conocidas desde hace cientos de años. Hay que
decir que las hojas se aplican frescas y el resto de la planta
(tallos, raíces y semillas) normalmente se han de dejar secar al sol
antes de poder aplicarlas. El perejil tiene efectos antirreumático,
antiespasmódico y diurético. Gracias a su alto contenido en Boro
puede ayudar a retrasar los efectos de la osteoporosis. En el sistema
digestivo produce efectos carminativos.
El perejil puede tener efectos muy
beneficiosos en la mujer, ya que ayuda a tener una menstruación más
regular y mejoran los calambres típicos de la menopausia. Sin embargo no es
conveniente que las mujeres lo tomen durante el embarazo, ya que puede
reducir la producción de leche materna. También está
contraindicado para personas que padezcan del hígado o el riñón.
Como podemos observar en la foto, este perejil es de la variedad de hoja lisa.
Si tenemos a nuestra planta de perejil en una buena maceta puede llegar a crecer hasta el medio metro de altura y proveernos de esta rica especia durante mucho tiempo.
Y estas son las llamativas flores del perejil:
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