La euphorbia meloformis
procede de la región de Eastern Cape, en Suráfrica. Es una
suculenta de forma globular, de un tamaño pequeño y con entre 8 y
12 costillas. Pero lo que hace más llamativa a esta planta es su
peculiar inflorescencia, unos ciatos que tras producir sus pequeñas
flores se secan permaneciendo en la planta en forma de pequeñas
ramitas secas. En su época vegetativa es aconsejable tenerla a pleno
sol y regarla cada semana, dejándola en seco durante su época de
reposo. Como es una planta que produce unas raices largas es
conveniente acondicionarla en una maceta honda. Debido a que es una
suculenta de crecimiento muy lento, para reproducir a la euphorbia
meloformis lo mejor es separar alguno de los muchos retoños que le
salen en la base. Para reproducirla por semilla necesitaríamos una
planta macho y otra hembra.
Aquí vemos en detalle uno de los ciatos secos que hacen tan peculiar a la euphorbia meloformis.
Es conveniente retirarle los hijuelos a la planta si no queremos frenar su crecimiento.
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