En estos días de reclusión casera involuntaria por temas víricos (recuerda, #yomequedoencasa) a lo mejor te ha pasado que te has quedado sin abono y no puedes ir a la calle a comprarlo o simplemente estás aburrido y buscas algo para entretenerte. Pues bien, ahora puedes matar dos pájaros de un tiro haciendo tu propio abono en casa. Se puede obtener abono casero a partir de mucha comida de la que usamos para comer y que luego tiramos los restos a la basura. Yo lo he hecho con dos o tres cosas de las que tenía por casa pero las posibilidades son infinitas. El resultado no será un abono tan potente ni que actúe tan rápido como los abonos comerciales que podemos comprar en las tiendas de plantas pero habremos reciclado y nos habrá salido graaaaatis!
En primer lugar he reciclado la borra del café de las cápsulas de nespresso y otras marcas de las que se encuentran en cualquier supermercado.
Aquí la borra una vez extraída de las cápsulas.
Plátanos o bananas. La piel de los plátanos se descompone muy rápidamente.
Cáscaras de huevos. Si las machacamos bien, al cabo de un tiempo el calcio de las cáscaras pasará al sustrato que hayamos abonado.
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