El
aloe vera es sin duda una de las plantas suculentas más populares de todas debido a las aplicaciones medicinales y cosméticas que posee. Pertenece a la numerosa familia de las liliáceas (como los lirios, azucenas, tulipanes etc...). Tiene su origen en la parte mediterránea de África y Oriente y se tiene constancia de su cultivo por parte de los egipcios desde el año 4000 a.C. El componente medicinal se extrae del jugo gelatinoso que contienen las hojas. Para que realmente tengan efecto, la planta de aloe ha de tener una edad de dos o tres años. La principal aplicación de este jugo (llamado generalmente
acíbar) es la de aliviar las quemaduras leves y hacer cicacitrar antes las pequeñas heridas debido a su efecto antiséptico. El cultivo del aloe vera requiere muy pocos cuidados ya que es una planta bastante resistente. El único cuidado que se ha de tener es el de que no tenga un exceso de agua. Sobretodo que no tenga acumulación de agua en la parte superior de la roseta de hojas ya que acabará pudriendo el tallo y poco después matando a la planta. El método de reproducción más efectivo del aloe es mediante los muchos hijuelos que le salen a la planta por la base del tallo. Solo hay que arrancarlos y dejarlos en un sitio seco un par de dias. Después se plantan y veremos como en pocos dias ya hechan sus propias raices:
Aunque no tengamos pensado transplantarlos, es conveniente quitar estos hijuelos o sino le quitarán nutrientes a la planta madre y le perjudicarán en el crecimiento y brotado de hojas nuevas. Cuando queramos utilizar alguna hoja para usar el acíbar es conveniente cortar las hojas inferiores ya que son las más antiguas y contendrán una savia más concentrada.
A principios de primavera el aloe produce una espectacular floración en forma de espiga.
El aloe vera es una planta que resiste muy bien largos periodos sin riego pero es muy sensible a los excesos de agua, y si no vamos con cuidado se le podrirán las raices matando lentamente a la planta.
Cuando el tallo comienza a podrirse, como vemos en esta foto, las hojas se desprenden con un leve tirón. Cuando esto pasa lo mejor es aprovechar rápidamente las hojas para extraerles el jugo.
Para extraerle el gel a la hoja de aloe es conveniente quitarle primero las dos filas de pinchos de los dos bordes, lo que nos facilitará su manejo:
Ahora podemos cortar longitudinalmente la hoja del aloe. Vemos que encontramos una especie de gel en las dos partes:
Nos podemos ayudar con un cuchillo para presionar la parte carnosa y extraer mejor el acíbar.
También se puede encontrar en tiendas naturistas aloe vera en comprimidos.
Y también aloe vera líquido, especialmente utilizado para las aplicaciones del aloe en el sistema digestivo.