Beta vulgaris cicla, acelga

Planta herbácea bianual perteneciente a la familia de las Amaranthaceae ( familia a la que también pertenecen plantas como las remolachas o espinacas).

Se encuentra de manera silvestre en la zona mediterránea y como cultivo comercial en casi todo el mundo. Se caracterizan por unas grandes hojas verde oscuro que surgen de unos gruesos tallos blancos llamados pencas, que acaban enervados a lo largo de las hojas. Si la planta se recoge pronto se puede consumir la planta entera (menos la raíz), incluso cruda o en ensaladas. Lo normal es dejar crecer lo máximo posible a la planta para recolectar las hojas, que pueden llegar a alcanzar los 30 ó 40 centímetros de largo, y consumirla hervida o cocinada después de recortarle las pencas.

Las propiedades alimenticias de las acelgas son muy numerosas. Tiene un alto contenido en beta-carotenos (provitamina A que nuestro metabolismo convierte en vitamina A). También contiene una gran cantidad de folatos, muy importantes para la regeneración del sistema inmunitario. También es importante su aporte en minerales, en especial potasio, magnesio hierro y calcio.

También tiene numerosas propiedades medicinales, sobre todo en aplicaciones relacionadas con el sistema digestivo y los problemas inflamatorios.

Es muy fácil obtener nuestras acelgas a partir de las semillas que se pueden obtener en cualquier tienda de plantas.

Si disponemos de espacio en nuestro huerto es conveniente dejar algo más de separación entre plantas, ya que la Beta vulgaris puede llegar a desarrollarse bastante.

El tamaño de las hojas de la Beta vulgaris hace que la planta requiera un riego regular y constante.

Dependiendo de la variedad de Beta vulgaris los tallos o pencas pueden ser más gruesos o más finos, o incluso ser de un color diferente al blanco.

Una maceta te puede dar una pequeña cosecha de acelgas.