Planta suculenta de pequeño tamaño
perteneciente a la familia de las asclepiadáceas y procedente de
África del sur. Se presenta en forma de matas formadas por muchos
finos tallos de entre 10 y 15 centímetros de largo surcados por
cuatro costillas dentadas que suelen curvarse en su extremo. El color
de estos tallos suele ser verde intenso, si bien se vuelve marrón
cuando las condiciones del sustrato no son las correctas (por falta
de agua, por ejemplo). A finales del verano, de la base del tallo
aparece su peculiar flor. Ésta, de una tamaño grande en proporción
al resto de la suculenta, antes de abrir tiene forma pentagonal y
cuando se abre forma una estrella de cinco puntas. Tiene los pétalos
ocres con topos marrón ( lo que le da el sobrenombre de flor de
lagarto) y emite un molesto olor que atrae a las moscas y otros
pequeños insectos voladores.
En cuanto a la multiplicación de la
Stapelia variegata, la forma más rápida y sencilla es mediante
esqueje de uno de sus tallos. También se reproduce bien por semilla,
siendo el inicio de la primavera la mejor época para plantarlas.
Los riegos, como con casi todas las
suculentas, han de ser moderados para evitar el encharcamiento del
sustrato. En el caso de la Stapelia variegata, como es una planta que
prefiere el pleno sol durante todo el año, durante el invierno no
dejaremos de regarla totalmente para que el suelo no llegue a secarse
del todo.
Aquí se pueden apreciar las cuatro costillas dentadas que tiene cada tallo de la stapelia.
En esta foto podemos ver como surgen los nuevos tallos desde la base de la stapelia.
La Stapelia variegata es una planta de rápido crecimiento que puede cubrir por completo la maceta en poco tiempo.
Como ya mencionamos antes, la flor de la stapelia emite un olor como de carne podrida difícil de aguantar pero que le sirve para atraer a ciertos insectos.
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