El raphanus sativus es una planta anual
de la familia de las brasicáceas o crucíferas originaria de Oriente
Medio y Europa Oriental. En la actualidad se cultivan raphanus
sativus en todo el mundo por su raíz primaria comestible, el
comúnmente llamado rábano o rabanillo.
El tallo es muy corto y fino, de unos
20 ó 30 cms. de alto como mucho, con unas pequeñas hojas que crecen
en roseta. Sus pequeñas flores suelen ser blancas y crecen en
racimos de entre 10 ó 15. Su raíz carnosa es normalmente roja en la
mayoría de especies, aunque también hay alguna de color blanco.
Los rábanos son muy fácil de cultivar
ya que no son exigentes con el suelo por lo que es común encontrar
rábanos incluso en forma de maleza en lugares próximos a zonas de
cultivo. Además los rábanos son un cultivo de rápido crecimiento,
por lo que en su época más propicia pueden ser recolectado a los 15
ó 20 días de su plantación.
Los rábanos, por su sabor normalmente
algo picante, suelen utilizarse en salsas o como guarnición para
asados. Las hojas del rábano también se pueden incluir en ensaladas
mixtas. Por su alto contenido en vitaminas A, B y C, hierro y fósforo
y su baja cantidad de calorías está muy recomendado en dietas
adelgazantes.
El cultivo de rábanos es muy popular debido a su sencillez y rápidos resultados. Se pueden encontrar sobres de semillas en casi cualquier tienda de plantas.
Lo ideal es dejar un palmo de separación entre cada planta de rábanos, pero para un pequeño cultivo en maceta nos vemos obligados a apretarlas más.
Las hojas del rábano también se pueden utilizar en diversos platos.
De una pequeña maceta puede salir una buena cosecha de rabanitos.
Aquí vemos una de las agrupaciones de pequeñas flores blancas de cuatro pétalos que produce la planta del rábano entre finales de primavera y principios de verano.
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